sábado, 4 de agosto de 2012

Que mal se portaron algunos equipistas de la Universidad San Pedro y también de Unión Santo Domingo. Los de Chimbote cuando le anularon el segundo gol, se fueron contra el árbitro en forma matonesca. Uno de ellos amenazaba, indicando que no sabía con quien se había metido, mientras que Jaime Cárdenas quería pelearse con todos los efectivos policiales que resguardaban al árbitro.

Luego, cuando en una discutida jugada el equipo chimbotano consiguió el 3-1 que lo clasificaba, una mancha de jugadores de Huarmey, fue a reclamar al réferi.
No bastó uno por allí, que agredió al de negro.

El público huarmeyano apostado en la tribuna, le gritaba al delantero de San Pedro, Miguel Silva que se fuera a vender tamales, porque en la cancha no pintaba.

Después que el equipo chimbotano conseguía en la cancha la clasificación, los recogebolas recibieron la orden de esconder todas las pelotas. La típica de los equipos chimbotanos.

Cuatro ausencias tuvo Unión Santo Domingo de Huarmey, porque Yuri Torres, Yerson Chávez, Herson Gastiaburu y Everardo Medina no pudieron jugar.
Tres de ellos por acumulación de tarjetas amarillas y uno por cuestión de trabajo.

Lo que también llamó la atención fue cuando Jim Cruz de Unión Santo Domingo tras ser expulsado no quería salir de la cancha. El árbitro lejos de llamar a la policía, dejó que el huarmeyano quemara todo el tiempo posible.

Al término del partido, dirigentes y periodistas chimbotanos coincidían que el arbitraje perjudicó descaradamente al equipo de Unión Santo Domingo de Huarmey.

El periodista de Huarmey, Juan ‘Chicho’ Reyes manifestó haber sido testigo que en el túnel que dirige a la cancha, encontró al DT de la San Pedro de Chimbote, Carlos Cortijo en conversación con el árbitro del cotejo, Percy Pinedo.

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