Fue el mejor partido de la fecha, pero no el
mejor resultado para San Martín porque tras empatar 0-0 con Juan Pablo II,
quedó prácticamente sin chances de estar en la liguilla.
Un penal en la agonía del encuentro fue la luz
de la esperanza de ‘La Parada ’
pero esta se apagó cuando las manos del portero Alfonso Ibarcena ahogó el grito
de gol.
Curiosamente un ex San Martín, que le dio a la
vez la posibilidad a Juan Pablo II de conseguir otra vez, meterse en la
liguilla como ocurrió en la temporada 2010.
En lo que va del campeonato no se vio un
partido tan emocionante, parejo, intenso como fue este San Martín – Juan Pablo
II.
La primera mitad fue de ligero dominio de San
Martín que empezando el lance, tuvo una clara sobre la valla de Ibarcena. Pero
en sí, la primera fracción estuvo marcada por pocas opciones de gol.
El segundo tiempo fue más de ida y vuelta,
pero hubo ocasiones muy concretas que pudieron quebrar el 0-0.
La primera de ellas fue un cabezaso de Gino
Moreno que no acabó en gol por la tremenda reacción de Arturo Lafora, quien
mandó el balón al corner.
La respuesta de ‘La Parada ’ fue inmediata con
un tiro libre de Pedro Escobedo que puso a Josué Ortiz cerca de anotar.
Las acciones se jugaban a buen ritmo, cuando
de pronto Franco ‘Chicoria’ Dulanto enfiló un remate a media altura y de nuevo
oportuno el ‘loco’ Lafora para evitar el gol atigrado.
Los últimos 20 minutos San Martín fue
embotellando a Juan Pablo II, pues poco o casi nada le servía la igualdad. Fue
así que se gestó otro tiro libre que Pedro Escobedo se encargó de ejecutar. ‘El
peje’ mandó el esférico al travesaño, luego este volvió al área para que
Gianfrank Blanco solo lo introduzca pero se le fue desviado.
Alfonso Ibarcena ya tiene el balón en sus manos. Fue la última de San Martín que se quedó sin liguilla.
En el epílogo de la contienda, se produjo lo
más emocionante, cuando se sancionó la pena máxima para San Martín. Víctor Benítez cometió mano dentro de su área, tras un tiro libre del sanmartinense Dago
Maya.
El mismo Maya se encargó de asumir la tremenda
responsabilidad de patear el penal, pero Alfonso Ibarcena se lo atajó. El tan
esperado gol no llegó ni llegaría porque 2 minutos después el colegiado Julián
Medina, sentenciaría la igualdad.
Como era de esperarse, en tienda naranja solo hubo
rostros desencajados, porque la ilusión se ha ido. Es cierto que las
matemáticas suponen todavía una ilusión pero en San Martín ya no se aferran de
esta.
El que cometio la mano es otro jugador, estan ahi y no ven el partido creo que fue el que entro creo q le dicen causa el fue
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